martes, 14 de abril de 2009

Excesos lamentables…


La violencia es un tema que sacude a nuestra sociedad constantemente. La juventud de nuestro país está cada vez más agresiva y con menos valores a la hora de desenvolverse con sus pares. Según Paz Ciudadana y el Sename, los delitos criminales entre jóvenes de 15 a 18 años ha aumentado en 295% y dos de cada once jóvenes han cometido delitos criminales, cifras que alarman. El alcohol y las drogas son incentivos para cometer este tipo de delitos, ya que trasportan al individuo a un estado de inconciencia absoluto.

También hay que señalar que el rol de los padres es fundamental en la formación de sus hijos, ya que sin un ejemplo positivo a seguir se desvirtúa la realidad y pueden llegar a cometer delitos similares. La crianza de los padres a hijos es un sistema que tiene que volver a regir la constitución de la familia en nuestro país que parece que está desapareciendo.

El caso que remeció a nuestro país en este último tiempo fue el de
Aarón Vásquez, joven que a los 17 años asesinó a sangre fría con un “bate” al ciclista Alejandro Inostroza y que fue condenado a siete años en régimen cerrado por homicidio calificado. El día de ayer (13 abril 2009) la Corte de Apelaciones revocó su petición de régimen semi-cerrado y tendrá que mantener la condena previamente impuesta.

Como nos dice la abogada de familia y profesora de la Uniacc Grace Smith, “Todos vivimos en un estado de derecho, así que no importa la condición social, los estudios o la educación, todos debemos cumplir las reglas que nos impone la ley”, también señaló que “este no es el momento de darle beneficios a Aarón Vázquez porque él tiene que pasar por un proceso para después encontrar la libertad”

En otros casos podemos encontrar (2007) el de Esteban González Araneda de 31 años, denominado como "líder neonazi" y conocido con el apodo de "Tito Van Damme" quien tiene responsabilidad en la muerte del joven punk Tomás Vilches, de 16 años.
“Van Damme” fue condenado a cumplir la pena de seis años de presidio al ser imputado como culpable del homicidio simple del joven anarquista, ocurrida el 16 de abril de 2006 en un estacionamiento
subterráneo del persa Bío Bío, en el centro de Santiago.

El detenido estuvo cinco meses prófugo en el sur del país, ocultándose en Arauco, Laraquete, Coronel, Lota, Concepción, Chillán y en una zona costera cercana a Curicó, antes de entregarse voluntariamente a Carabineros debido a la cercanía que estaba teniendo investigaciones, sin quedarle otra posibilidad. Además, en este tiempo cambió notoriamente su aspecto tiñéndose el pelo, ocupando anteojos y con aproximadamente 30 kilos menos.

También hay que señalar el lamentable caso de Gonzalo Cárdenas quien fue asesinado producto de una riña callejera en la madrugada del 25 se septiembre del 2004, cuando el menor F.R.J. le asentó dos puñaladas al estudiante de tercer año medio del colegio Mackay en Reñaca. El ataque según testigos fue llevado a cabo con un cuchillo carnicero, arma con la que hirió en el cuello y tórax provocándole la muerte horas después del conflicto.

El agresor fue detenido a los pocos minutos de haber cometido el asesinato, y según los informes policiales, la riña partió cuando un grupo de jóvenes del colegio Mackay esperaban locomoción para llegar a una fiesta en el sector, al momento de que uno de estos se apoyará en el auto del grupo de amigos del agresor , comenzando así los insultos y en donde la violencia se apoderó de la situación.

Luego de la versión de los testigos conocidos de F.R.J se pudo comprobar que el joven era un hábil manipulador de armas blancas. Era tal su experiencia que generalmente practicaba junto a sus amigos en combates callejeros.

El caso concluyó con el veredicto del tribunal de Viña del Mar, condenando al menor a cinco años y un día de prisión por homicidio calificado al estudiante de 17 años del Colegio Macka
y de la 5ta Región, Gonzalo Cárdenas.

Según la Siquiatra María Teresa Caldera, “la familia juega un rol primordial en la formación y educación de los hijos, ya que cuando los padres dedican mucho tiempo a su trabajo se despreocupan la vida de sus familiares”. La Siquiatra también apuntó que “la falta de autoridad que perciben los jóvenes por parte de los adultos y especialmente de sus padres, los lleva a pensar que pueden resolver los problemas de forma violenta”. También fue enfática en el tema relacionado con el abuso de drogas y alcohol señalando que “los estupefacientes trastornan la personalidad de las personas llevándolos a actitudes indebidas fuera de su conciente”.

Sin duda la mayoría de los casos de violencia juvenil se ven protagonizados por jóvenes de clase social baja, los cuales tienen un historial familiar
no muy bien catalogado. Generalmente estos adolescentes son hijos de padres alcohólicos y agresivos, madres ausentes o viven en un entorno donde las drogas y la delincuencia son las principales características de sus barrios. Sin embargo, las demás clases sociales no están exentas de esto. Muchas veces los jóvenes de clase alta o media alta, tienen todo en la vida menos el cariño y amor de familia, lo que los lleva a cometer actos indeseados y seguramente no en sus sanos juicios, para de esta forma conseguir la atención tan deseada de sus pares.

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